Resulta que después de muchos intentos fallidos y miles Ridiculums Viate enviados a casi todo (todo menos call center) por fin tengo trabajo :)
Aunque las situaciones ideales no se dan nunca jamás en mi vida, tiendo a esperarlas de todas formas. Siempre es un tremendo error porque las decepciones son muy desagradables y como decía una amiga: en mi mente todo es perfecto.
En fin, el tema es que tengo trabajo, pero sólo en 3 meses más me dirán si me quedo y si me suben el sueldo y si al fin soy un ser humano con previsión social y salud y todas esas cosas legales que solo tuve en la vida siendo carga familiar.
¿Se entiende ahora, mas o menos, que prefiera los mini infartos que me causa el ir en bicicleta al trabajo a pagar un pasaje de locomoción colectiva?
La verdad es que la parte que es perfecta, no solo en mi mente, es que me queda muy cerca de la casa, asique aunque yo creo que es una tortura eterna eso de pedalear 10 minutos hasta el trabajo, en verdad no lo es tanto.
La culminacióm de la tortura es la parte donde tengo que tomar la bici y levantarla para colgarla en el "colgador" de bicicletas del estacionamiento... y es aquí donde la historia si se transforma en Fail:
Hoy lunes, siempre he odiado los lunes, por una cosa milagrosa de la vida salimos todos de la oficina no más alla de las 7.10 pm, cosa que me tenía increiblemente feliz.
Me despedí de todos en el primer piso y bajé por la escala al estacionamiento (super atlética) para encontrarme con esta extraña escena:
(Perdonen la calidad de la foto, que es la cámara de mi no-moderno celular)
Y pienso: "Que loco que habiendo colgadores para bicicletas un ser humano decida apoyar la suya en la pared y sin cadena".
Me acerco inocentemente sacando la llave... de pronto me llama la atención este pequeño detalle:
(Para los que no lo noten aún, la bicicleta solitaria estaba amarrada a la parrila de la mia)
Me quedé parada un rato, como si con estar ahí mirando la escenita pudiera resolver mi problema.
Subí corriendo la escala (atlética nuevamente) y me planté como con risa frente a los guardias de la conserjería.
Les digo: "¿Anda algún repartidor o algo así? porque alguien dejó su bici amarrada a la mía y no la puedo sacar:"
"¡¡Ahhhh!!! No, es un caballero que viene a la oficina X, lo ví subir hace poquito".- El señor guardia muy amable toma el citófono o como se llame el aparto y llama a la oficina X - "¿El caballero que anda en bicicleta se va a demorar mucho? porque la dejó amarrada a otra y hay una persona que se quiere ir".
"Mmmm, sabe que el caballero fue a Chilexpress y vuelve, va a tener que esperarlo un poquito"- El señor guardia/conserje me mira con cara de lástima, luego camina a la puerta y se planta como a esperar que el "caballero" vuelva.
Espero un ratito, luego otro ratito. Me siento, miro hacia afuera... el señor guadia/conserje me cuenta que una vez a él le pasó lo mismo y tuvo que esperar 1 hora que la persona desatinada volviera para poder sacar su bicicleta. No parece la mejor historia en éste momento.
No me aguanto la necesidad de contar lo que me pasa y llamo por celular.
Pasan otros 3 minutos, pienso en alterarme y ponerme idiota y hacer alaracos histéricos al responsable cuando llegue. Luego me imagino al "caballero" pinchando mis ruedas y vengandose maliciosamente de mi neurasténica reacción... mejor no agrandar la lesera, que sepa que no se hace y seguir con la vida.
El guardia me avisa que el "caballero" está bajando al estacionamientoy nuevamente corro escaleras abajo (¡¡que atlética!!).
Finalmente cara a cara con el que me tenía cautiva sin saberlo, me doy cuenta que es un señor del bien cuyo único pecado de pereza me ha dejado cautiva en el edifico de oficinas donde trabajo.
"¿Usted es el que me tenía atrapada aquí?"- le digo medio en serio, medio en broma.
El señor se pone rosado (mucho frío para ponerse rojo) y se deshace en disculpas y explicaciones idiotas, como que se le olvida que el edifico es de oficinas y que había pensado que si el dueño de la bici vivía ahí no necesitaría sacarla en los micro-segundos que él usaría en ir y volver... etc.
Finaliza con un :"Nunca más".
Yo pienso "never more", y el señor, rosado todavía, me descuelga la bicicleta todo amable y disculposo.
Le doy las gracias por el gesto amable y me largo.
Resumen mental mientras pedaleaba por el frío de regreso a mi casa:
"En todo caso, es muy Fail amarrar tu bici a la de otra persona... ¿¿o no??"
Osea, ¿y si yo vivamente me llevo las dos?
No sé, pero bueno, de todos modos llegué a mi casa a la misma hora de siempre: más tarde de lo que me gustaría.
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